jueves, 30 de agosto de 2007

Caótica Ana

Caótica Ana, es ante todo una reflexión acerca de la vida pero también de la muerte... de cómo hemos vivido, sufrido y desparecido. De la importancia de morir llenos y no vacíos, y de intentar aprender que somos lo que somos por algo que vive en nuestro subconsciente... Sin duda una película que nos enseña a cómo podemos llegar a conocer a nuestro alter ego, aprender de él, y sobretodo intentar no cometer los mismos fallos que ya cometimos…

Visto así parece uno de esos largometrajes que te dejan todo rayado pero no, es una fabulosa interpretación que nos brinda la oportunidad de ver más allá de nuestro mundo, y de comprender que de alguna forma hemos vivido en otros países, con otras gentes y en otras culturas muy diferentes a las nuestras, pero siempre rodeado de personas que significan mucho en nuestra vida actual… nos volvemos a reencontrar con ellas porque son las que nos ayudarán a superar todas la trabas que te va poniendo la vida...

La vida es una escuela y hay que saber aprender de ella.

Según Julio Medem, “Caótica Ana” constata el hecho de que nadie existe solo, que haya habido otras vidas en el tiempo ha ido creando una cadena, edificando una montaña. Nosotros somos la cúspide de esta montaña y dentro estamos agarrados a todas las existencias anteriores. No está claro que haya un paraíso exterior, pero Ana siente que el alma de los muertos vuela hasta los vivos, hasta los que la quieren y se acuerdan de ella.
El personaje principal está inspirado en el carácter de la hermana de Medem (sólo el carácter, bueno y sus pinturas). Han transcurrido seis años desde la muerte de la verdadera Ana y es ahora cuando se estrena “Caótica Ana” cuyo personaje interpreta la actriz debutante Manuela Vellés, sin ninguna experiencia anterior y que es realmente increíble. Manuela Vellés tiene tan sólo 18 años, pero será toda una revelación, sino tiempo al tiempo…

Como curiosidad, apuntar que Julio Medem estuvo recibiendo correos anónimos que contenían libros a cerca de hipnosis y regresiones, viajo a Nueva York y se cruzo con el autor de esos libros, se miraron, y fue cuando Medem comprendió que tenía que hacer algo… el resultado, este peliculón.

miércoles, 22 de agosto de 2007

Katharine Hepburn

Creció en el seno de una familia acomodada y tolerante. Con sólo diez años la pequeña se acostumbró a presenciar campañas y mítines a favor del voto femenino. Este ambiente aceleró el desarrollo de la fuerte personalidad de Katharine Hepburn.
Pero a esta familia idílica le esperaba una tragedia. Cuando Kate tenía catorce años se encontró el cadáver ahorcado de su hermano mayor. Suicidio o no (ella siempre se aferró a la tesis de un accidente), su muerte la marcó profundamente.
En sus primeros años de universidad se zambulló en el arte dramático y debutó en Baltimore con la obra “La zarina”. Pero su futuro estaba en la gran pantalla. Pronto el cine sonoro empezó a hacer furor y las grandes compañías de Hollywood salieron a la caza de nuevos perfiles con talento. El de Hepburn impactó por su bellza, definida como “angulosa” o “poco convencional” (para mi toda una diva), su aspecto andrógino (fue de las primeras en usar pantalones) y su carácter arrogante, inconformista y rebelde. Con su primera película “Doble sacrificio” (1932), se ganó los elogios de la crítica y se convirtió en un icono.
La Hepburn tuvo que luchar para afianzarse entre las primeras actrices norteamericanas. Algunas de sus películas más famosas, como “La fiera de mi niña”, tuvieron malas críticas en su día, aunque hoy se hayan convertido en clásicos. Es una publicación, su nombre llegó a aparecer en un listado de actrices que eran “veneno para la taquilla”. La peor consecuencia para Katharine fue ser rechazada como Escarlata O´Hara a favor de Vivien Leigh en “Lo que el viento se llevó”
En 1938, cansada de un Hollywood hostil, se instaló en su residencia de verano de Fenwick en Connecticut. Pero ese mismo año un huracán devastó su casa.
Sería con Historias de Filadelfia con la película que arrasaría. Sin darse cuenta consolidaba un prototipo de mujer independiente y moderna, copiado por muchas jóvenes de su época.
Mientras tanto tejía relaciones complicadas en el amor. A los 20 años se había casado con Ludlow Orden, un empresario de Filadelfia. Se divorció al cabo de seis años. Decidió no volver a contraer matrimonio, porque como ella decía: no estaba hecha para ligarse a nada ni nadie. Su libertad estaba por encima de todo, aunque a menudo se unió a hombres torturados, obsesivos o alcohólicos. Se lí con su agente, Lelan Hayward; se dejó seducir por el multimillonario Howard Hughes; y mantuvo un turbulento idilio con John Ford, que la dirigió en “María Estuardo”. Pero el amor de su vida fue Spencer Tracy, que ya estaba casado cuando se conocieron. Disimularon ante la prensa durante más de veinte años y no llegaron a vivir juntos hasta que Tracy estaba ya muy enfermo. Pero compartieron cartel en nueve ocasiones y su romance es legendario
Kate tenía 60 años cuando Tracy murió. Fue un duró golpe para ella, pero no perdió el equilibrio en su carrera profesional. Siguió cosechando éxitos con otros mitos del cine clásico como John Wayne o Henry Fonda. Enferma de parkinson y cáncer de piel, vivió completamente retirada hasta su adiós definido con 96 años, El día de su muerte, el 23 de junio de 2003, las luces de los teatros de Broadway se apagaron durante una hora en su honor

domingo, 19 de agosto de 2007

El experimento Milgram

Un joven psicólogo pone un anuncio en el periódico. Solicita voluntarios para un experimento y ofrece cuatro dólares a quien se preste a participar. Es un anuncio engañoso. Se dice que es un expermiento para evaluar la memoria, pero lo que realmente se quiere poner a prueba es la obediencia o resistencia a la autoridad de los participantes.
A cada volunatiro se le empareja con otra persona y se les asigna un rol al azar. Uno será el profesor y otro el aprendiz. A continuación, se les pone en habitaciones separadas.
El procedimiento es simple: el profesor formula una pregunta al aprendiz y debe castigar cada respuesta errónea con una descarga eléctrica. El sistema de descargas funciona mediante un generador que transmite la electricidad a través de unos electrodos conectados al braz del aprendiz. A cada respuesta equivocada deberá aumentar la potencia de descarga.
Para demostrarle que el mecanismo funciona, el investigador aplica al profesor la descarga de mínima potencia, así comprueba en su propia carne el castigo que aplicará el aprendiz.
El investigador, con su bata blanca, es quien da las instrucciones: se convierte en la autoridad de referencia para los participantes. Las primeras descargas n representan ningún problema: el profesor pulsa el interruptor sin vacilar... Pero con los primeror gritos su tarea se vuelve más dura. Algunos "profesore" dudan: saben que están infligiendo dolor... Las voces de los aprendices pidiendo que los saquen de allí cada vez son más fuertes. La situación se vuelve muy tensa.
Cuando alguno de los profesores manifiesta su intención de abandonar, el investigadro insiste, pero ni siquiera alza la voz: "El experimiento requiere que continúes" O, simplmente: "Venga continúa". Estas simples frases son suficientes para que el 65 por ciento de los participantes lleve el experimento hasta el final.
Sólo unos pocos deciden que no quieren seguir adelante. A pesar del progresivo aumentod de los gritos de los aprendices, dos de cada tres voluntarios aplican la descarga de máxima potencia... sabiendo que existe un grave peligro para el que la recibe.
Sin embargo, no todo es lo que parece... El "profesor" voluntario no sabe que el "aprendiz" al que teóricamente ha estado maltratando es sólo un actor. Su gritos y súplicas son puta comedia.
La repartición de roles ha sido amañada para que todos los voluntarios ejerzan de profesores y todos los actores de aprendices. Es una estrategia para que los voluntarios piensen que a los que se está poniendo a prueba son sus compañeros.
Este experimento se llevó a cabo en la Universidad de Yale a principios de la década de 1960. A pesar del truco, los resultados fueron muy reveladores. Muchos expertos consideran que este experimento ofrece una explicación a la obedicencia ciega de la mayoría de alemanes durante el nazismo. Sometidos a una autoridad, las personas normales y corrientes pueden llegar a actuar con una crueldad extrema.
El secreto para entregarse a la crueldad es desprenderse de la responsabilidad: libres del sentido de culpa, aparece el lado más oscuro de la naturaleza humana.
¿Hasta dónde puede llegar el ser humano en la obediencia y hasta dónde pueden anularse la voluntad y los valores aprendidos?

miércoles, 15 de agosto de 2007

Los simpson!

El otro día, sin nada mejor que hacer, me decidí a ir al cine con un par de amigas, la película la teníamos clara: The Simpson. Después de la ametralladora publicidad vista en calles, televisión, transporte público y un largo etcétera, ver esta película era casi una imposición. Otra opción habría sido bajarmela de "Santo e.mule" pero claro ni punto de comparación con verla en un cine, cuya calidad de imagen y sonico distan mucho de las que pueda tener mi recién formateado ordenador :-(
Llegamos al cine con la predisposición de ver una película buena (todo el mundo lo dice), yo no sabía muy bien que esperar, ya que últimamente tanto capitulo repetido de los Simpson me hacía casi aborrecerlos (de hecho hace muchísimo que no veo uno nuevo). He de decir, que la película me sorprendió! Y la calificaría como una de las comedias (y películas) más buenas que he visto en estos últimos meses (y me considero una cinéfila empedernida) El personaje de Homer esta muy elaborado, y si siempre ha sido un personaje torpón y zoquete, en esta película esas facetas se multiplican por mil. Pero no es el personaje estrella de la película, que va. Hay uno nuevo que seguro que ha cautivado a toda la audiencia, es un cerdo al que Homer toma cariño, el cerdo en cuestión se llama: SpiderCerdo y posteriormente Harry Popotter. Juzguen por ustedes mismos y disfruten de la familia más loca y amarilla.

viernes, 10 de agosto de 2007

biografia de alguien

Ya adolescente el estallido de la Gran Guerra le pareció, como a muchos de sus compañeros, una oportunidad única para probar sus sentimientos patrios y alcanzar la gloria guerrera. De ahí su inisitencia en conseguir la autorización de su padre para alistarse. Eso sí, como oficial de complemento, como correspondía a su clase.
No sólo eran tiempos de ebullición política e intelectual, también de zozobra personal. En espacial para los jóvenes idealistas que veían estupefactos cómo los principios sociales en los que se habían formado se hundían sin más. Así que se alistó en el Freikorps Oberland para luchar contra los bolcheviques. Ante la imposibilidad de desarrollar la carrera militar que tanto deseaba, optó por el mundo rural, al que creía depositario de las más puras esencias. Se matriculó en Ingeniería Agraria.
Se pusó a trabajar activamente como enlace en la reconstrucción. Al mismo tiempo, se enfrascaba en lecturas esotércias y devoraba los clásicos hinduistas. Se convención en la doctrina del Karma y la reencarnación y se apartó definitivamente del catolicismo.
En aquélla época conoció a Margarete Boden, una enfermera divorciada, siete años mayor que él, que dirigía una clínica homeopática. La vendió para comprar una pequeña granja en Waltrudering. Fue el primer hogar de su recién creada familia, de la que nacería una hija: Gudrun. La felicidad conyugal nunca sería completa. Su esposa, una mujer huraña, solía mostrarse desdeñosa a pesar del cariño con que él la trataba, por lo que se fue distnaciando de ella.
Se vió a sí mismo como su gran maestre, incluso como la reencarnación del rey sajón Enrique I el Pajarero, que tras vencer a eslavos y magiares en el siglo X, sentó las bases del Imperio alemásn.
Sería nombrado cargo importante y abriría su propio campo de concentración en Dachau: modelo de los que endrían después, y contrastaba por su organización con los caóticos, aunque no menos terribles, centros de internamiento de las SA.
Siempre quiso vivir de su sueldo, sin aprovecharse de los privilegios de sus cargos.

miércoles, 1 de agosto de 2007

Mi primer día....

Hoy es el pimeeer día que voy a decirrrr esto..
El aburrimiento laboral, me ha llevado a crear un blog.. por lo menos de este modo tendré entretenimiento en las horas muertas que paso aquí, que son muchas...
Trabajo como becaria en una importante agencia de publicidad en Valencia, el trabajo está bien, salvo porque cobro menos que Benito, y que pasó horas sin saber que hacer, he tenido la suerte de que me hayan puesto en el departamento que siempre habia soñado, tengo unas compañeras majetas y todo muy bonito pero aissssss estos ratos sin hacer nada me matan..
Yo es que soy hiperactiva y claro no puedo estar quieta, en fin poco más que contar, ya iré escribiendo cuando me rote...

Aioooooooo