miércoles, 26 de septiembre de 2007

toscani, no-l-ita y la anorexia

Me gustaría hablar y porqué no, también reflexionar de la nueva campaña de publicidad que ha llevado a cabo Oliviero Toscani, el popular fotógrafo italiano que se hizo famoso por sus transgresoras y crueles imágenes para la firma de ropa Benetton, y que causaron un gran revuelo en la opinión pública entre la década de 1980-1990. Fueron aquellas que nos salpicaban a todos y cada uno de nosotros. Los temas tratados eran políticamente incorrectos, y fueron precisamente los que consagraron al fotógrafo.
Trató el SIDA como nunca antes se había tratado, ya que hasta ¿entonces? había sido un tema tabú, pero Él consiguió que se viera como algo que está a la orden del día. Pero para mi, sin duda, su fotografía más buena (en todos los aspectos) y también de la firma Benetton, fue un original de prensa, cuya única prenda de vestir, que aparecía era una chaqueta llena de sangre de un soldado de la Guerra del Vietnam, a través de esta imagen no decía nada y lo decía todo, así de claro y así de duro.
Pero sin duda, con la fotografía que firmó su pena de muerte, fue con la que denunciaba la pena de muerte, valga la redundancia, en los EE.UU. Os animo a que veáis las imágenes, basta con poner en el google: Benetton. No todas son crueles y sangrientas, hay algunas realmente buenas y admirables, y otras un tanto asquerosas.

Tras unos años en la sombra, y realizando fotografías que podríamos considerar de “normales” Toscani reaparece con la fotografía realizada para otra firma de ropa, también italiana No-l-ita. Y cómo no, ha vuelto a impresionar y a “remover” a la opinión pública, la eterna pregunta es: ¿Toscani pretende con dicha imagen realizar una denuncia social o sus verdaderas intenciones son una autopromoción publicitaria? Porqué seamos sinceros, de aquí a unos años, digo años, de aquí a unos meses, nadie se acordará de No-l-ita, sino de Tos-c-ani, de Toscani vamos, al no ser claro está, que la próxima imagen sea una bulímica abrazada al váter mientras intenta vomitar hasta el último mendrugo de pan consumido (para la misma marca claro), será entonces cuando No-l-ita, sea conocida internacionalmente como ocurrió con Benetton.

En mi opinión, Toscani, sea cuáles sean sus verdaderas intenciones, no deja de ser un artista de la fotografía y de la publicidad, porque quizá su única intención sea ganar dinero, pero por encima de todo eso, esta la inmensa denuncia social que realiza.